domingo, 8 de mayo de 2016

ENTRE EL PLAGIO Y LA VERDAD

Se cuenta de un hombre que un día,
tan triste y desesperado estaba
que sólo lo alimentaban las lágrimas que vertía.
¡¿habrá otro, entre sí, decía,
que lloré  y pueda sufrir más que yo?!
Y volviendo atrás la cabeza  vio borroso
con sus ojos empañados
que el poeta,  famélico,  recogía
las lágrimas que  buscaba,
que en un pasado ignoto ya  había agotado
y que el prosaico despreció.