PARIA.
(Hecha por encargo)
Te parieron inocente
en una barra
americana;
naciste paria, llenas
de amor tus venas.
Te mandaron a la
escuela
y aprendiste las
primeras letras,
cuatro muros y una
pizarra
eran tus primeras
cadenas;
porque tú, niño
paria, sólo buscabas amor,
llenas de él tus
venas.
Te enamoraste de
aquella nena,
era hija de papá,
tú estabas solo en la
selva;
eras paria, llenas de
amor tus venas.
Te ofreció el mundo
cosas;
el bolsillo vacío, ni
una moneda.
Comprensión y amor
eran eco vacío
de tus llantos en la
habitación de aquella ramera;
joven paria, llenas
de amor tus venas;
pero te viste
reflejado en sus ojos,
y cuando te contó su
vida
llorasteis juntos
vuestras penas.
Macarra humillado por
el dinero,
encuentras la
libertad
cuando el ácido baña
tu cerebro,
cuando el caballo
corre por tus venas,
y entonces vives de
olvidos,
del pasado, del
presente,
del futuro que te
espera;
hombre paria, llenas
de amor tus venas.
Cuchillo ceñido al
cinto
esperas en una
esquina,
humillado por el
mundo,
el bolso de aquella
vieja.
Ayer te encontraron
muerto
abrazado a tu pareja,
desnudo como te
parieron,
con el cuerpo marcado
por navajas y
cadenas,
llenas de amor tus
venas.
“¡Sobredosis de
heroína!”
El opulento rió y
comió la cena.
¡Moriste paria!,
¡llenas de amor tus venas!