A
DON JULIO ANGUITA GONZALEZ.
El Rayo Dios abraza con
verdades definitivas
los sueños humeantes del
altar mayor
del Olimpo de la poesía.
La sabiduría más sabia
mana de sus labios
llevando la ética al
último extremo,
y enciende con toda la
fiereza
de la ternura infinita
sus ojos,
diseñadores de la
mezquita.
La Alhambra siente
envidia
de no ser la capilla,
siquiera el púlpito,
donde su ferviente
corazón roto
ofrece el paraíso
terrenal
a los miserables
humanos;
gritando afónicamente
con voz tronante
que guía todas las
musas:
“¡Os lo pido con todo mi
ser!”
Acuérdense, él nos lo
pidió con TODO su ser.
Que esta poesía sea
también un homenaje para Vladimir Ulianov
y el uruguayo Pepe Mújica y Luther King
Y en segundo término
para Olof palme, y Villy Brandt.