ENTRE EL PLAGIO Y LA VERDAD
Se cuenta de un hombre que un
día,
tan triste y desesperado
estaba
que sólo lo alimentaban las
lágrimas que vertía.
¡¿habrá otro, entre sí,
decía,
que lloré y pueda sufrir más que yo?!
Y volviendo atrás la
cabeza vio borroso
con sus ojos empañados
que el poeta, famélico,
recogía
las lágrimas que buscaba,
que en un pasado ignoto
ya había agotado
y que el prosaico despreció.