LA TRISTEZA Y LAS NOVIAS DE SATÁN
Tinta de mis lágrimas
que ríen mezclándose
y escapando por el
papel
y burlándose de mí;
sal de mis lágrimas
que lloran mi
desconsuelo
se llevan (que nunca
hubo),
todas mis ganas de
vivir.
Vida que se va,
muerte que no viene,
tristeza que danza y se
columpia
pendida de los huesos
de mi cráneo
mientras las neuronas
de mi cerebro
saltan a tocar los pies
de la tristeza
que se burla de mí,
que se burla de mí,
columpiándose,
riéndose,
burlándose, diciéndome:
¡estás muy triste, no
eres feliz!
Demonios, duendes feos
y verdes,
meigas negras de dientes
negros y amarillos
se columpian sobre mis
hijas de mis nervios
y me dicen:
¡sufres mucho y no
puedes llorar,
tú no puedes ser feliz!
Las pompitas de mis
sesos se estiran,
y en esa materia
impotente
se hacen llagas que
sangran
y se mezclan con la
tinta
y me dicen:
vas a desangrarte,
ángel de la verdadera poesía,
sigue escribiendo,
sigue, sigue,
sigue así, pobre
ingenuo,
mientras nosotras nos
abrimos y despedazamos,
¡tú sigue así!
En el exterior,
mis ojos envidian todo
cuanto ven;
todo cuanto ven es superior
a mí;
la silla sonríe, es
hermosa,
la mesa sólida,
la ventana transparenta
rayos de sol hermosos,
que me dicen,
¡te alcanzamos pero no
nos alcanzas,
nos reímos de ti!;
¡sufre, sufre, pobre
ingenuo y huérfano,
tú no puedes ser
feliz!,
nunca, nunca jamás
sabrás lo que es la
felicidad,
la tristeza es tu
dueña,
¡sigue escribiendo así!
¿Seguiré escribiendo
hasta que el silencio,
la oscuridad y la nada
reinen en donde yo fui
solo y sólo triste
y dejaré de ser para
siempre,
sin jamás haber sido
feliz,
sin conocer el
contento,
la satisfacción, la
alegría,
sino tan sólo el deseo
del llanto,
las quimeras, las
mentiras
de mi corazón que me
duele tanto…
de parir tantas
mentiras,
de mentir tantas bellas
mentiras
que rebotan en la pared
más próxima
y regresan como agujas
ávidas
clavándose en esta tan
grande lágrima granate,
en este cerebro seco,
húmedo y achicado,
que no tiene lágrimas
como ríos
de aguas cristalinas,
para dejar de sufrir?
Un aquelarre de amantes
de Satán
forman una
circunferencia de hogueras
rojas, amarillas y
perfectas
alrededor de mi masa
tonta
y absurda de
inteligencia,
y me enseñan sus senos
purísimamente blancos
de pezones marrones
erectos,
y me dicen:
la belleza está en el
mal,
la miel es toda para
Satán;
tú eres un ángel bueno,
te has atrevido a
observar de lejos,
llorar sin lágrimas,
soñar sueños que nunca
se concretan,
beber agua pura e insípida,
alimentarte de tus
tristezas,
guardar fidelidad y
lealtad
a los bellos sueños
imposibles,
a los principios
clásicos y atávicos,
a la moral y ética de
los esclavos,
si no saltas hacia
nosotras,
si no nos haces el amor
y nos devoras, jamás
podrás ser feliz;
la miel es para Satán,
tú eres un ángel bueno,
pobre ángel, niño
ingenuo y cándido,
si no nos penetras y
haces tuyas,
entonces jamás,
jamás podrás ser feliz;
reinarás como rey de la
tristeza,
de sueños bellos, de
quimeras excelsas
que nunca serán ni se
concretarán,
y eternamente serás
triste,
nunca conocerás los
orgasmos del espíritu,
la miel es para Satán,
y la tristeza
maltratada es sólo para ti.
¡Atrévete, ángel bueno,
Tócanos, oprime
nuestras nalgas
y nuestros pechos, lame
nuestros pétalos,
sorbe toda la leche a
mares de nuestros senos,
saca gritos de júbilo
de nuestro interior!,
¡¿ya no recuerdas que
los ángeles
también, también tenéis
sexo;
quieres reprimir tus
deseos
y alimentar tu
horrorosa insatisfacción?!
¡Ven, encáranos de
frente,
una a una, todas
juntas,
enlaza tu lengua en
torbellinos
con nuestras lenguas,
y humíllanos y poséenos
con fuerza,
lentamente,
recreándote,
con excitación y
frenesí;
ámanos, cómete toda la
miel de Satán,
ángel bobo, no huiremos
de ti,
nosotras no concebimos,
lo que concebimos es
preñarte de placer,
hacer nacer la
felicidad en ti,
ven ángel blanco, te
deseamos,
mézclate con nosotras
en nuestras entrañas,
y tú serás la miel, y
nosotras la jalea
con que ungiremos tu
divino pene,
y mezclaremos tu néctar
con nuestra savia;
¡ven, no seas tonto!,
¿no querías ser feliz?
Entonces arrojé este
bolígrafo,
sequé la tinta
y fui, nadé y me metí
en un mar de miel y
jalea,
y mi néctar blanco
reinó
eternamente para
siempre allí.
Y ellas cantaron para
siempre:
¡es ahora, ahora y
siempre!,
¡ahora la infidelidad y
el adulterio
a tus dioses tontos y
sádicos
es eterna felicidad
para siempre
para ti y en ti!