domingo, 8 de mayo de 2016



LO QUE LAS MASAS LLAMAN PASIÓN


Lo que los humanos llaman pasión

es agua estéril en mi sangre,

sucia, paupérrima y descastada,

plasma artificial estancado en mis venas rojas,

como hiedras desmedidas, gigantes,

sicodélicas y borrachas;

un sofisma blanco, mudo y light

en mi corazón granate,

vacío sin aire en el suspiro

sideral y letal de mis pulmones

que manan mugidos de muerte y génesis;

ruido absurdo en los latidos

cósmicos de mi ser;

asomo de nubes blancas tímidas y fanfarronas

en la tormenta del diluvio universal

de mis lágrimas,

con truenos y bramidos horrísonos

y relámpagos que crucifican

y rompen el paneta Tierra de parte en parte,

y lo queman y lo incendian y lo incineran

hasta desmenuzarlo en polvo de ceniza

que arrastra el cometa magno

de mi sentir apasionado.

Paisaje en blanco, lienzo hueco,

ojos que no miran,

vacío oscuro e inútil

en la ternura loca,

brutal y desmedida

de mi mirada ancestral,

salvaje, virgen e incivil,

selvática, atávica,

primogénita, original e inicial

de mi mirada suicida.

Timbres estropeados sin voz

que fingen llamar

a las cortinas del amor

con la furia, la angustia,

la pena, la soledad

y los hachazos

con que se rompen

las puertas de mis adentros

cuando yo amo.

Ríos de una gota;

cuando mi ser arrasa,

escarba, ara y desemboca

en la totalidad del universo

arrastrándolo a la horca,

con sangre incandescente y llameante

que devora el firmamento

y soy yo lava ardiente,

que derrite cuanto existe,

y se solidifica

gélida, helada y densa,

previa y posterior al big-bang,

sola, con nostalgias tétricas,

melancolías omniscientes,

penas y tristezas infinitas ,

ansiedades locas

y angustias que buscan

un futuro quimérico, idílico,

que sólo mi alma puede habitar,

inhabitable para todas las nadas

del concepto frígido e impotente,

vano y sin significado

de la idea y el pensar insignificante

del sentir de las masas frente a mí,

el símbolo primero, central y último

de esa palabra vana,

que encuentra en mí

la fecundidad infinita de ser

de la verdadera pasión

el significado verdadero,

real, inconmensurable y eterno

de mi locura loca, cuerda,

sabia, trastornada,

inteligente, llena y sabia;

quién únicamente conoce el término

vociferante y habitualmente callado

mucho más allá de la pasión

más febril, pasional y apasionada

que resguardan mis sienes,

mi pecho, mi obsesión,

mi corazón, mi furia,

y la reina de toda la pasión

que es y encierra mi alma,

en su interior, en donde debe de estar,

en su única y verdadera morada,

aquí donde toda la pasión

es más que real y apasionada

y llena todo cuanto existe,

Y

ES TODA LA PASIÓN HABIDA

Y TODO LO DEMÁS



ES NADA.